Cómo retomar la búsqueda de empleo.
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Leer más¿Qué es para mí ser flexible?; se trata de ser capaces de adaptarnos a los contratiempos o a las circunstancias que van surgiendo sin que ello nos afecte negativamente, modificando nuestras acciones para solventar las cuestiones emergentes. Por ello, esta habilidad está íntimamente ligada a la competencia de “adaptación al cambio”. Necesitamos adaptarnos a los cambios para ser flexibles y por qué no, también ser promovedores de ellos.
¿Consideras que eres lo suficientemente flexible?. Esta habilidad es algo que sirve para todos, para los emprendedores, para los que busquen empleo, para los que tienen trabajo, etc. Ser flexibles nos hace ser más empleables y mejores profesionales.
Beneficios de “Ser flexible”:
– Adaptamos rápidamente a nuevos entornos de trabajo, de proyectos, de equipo… Estaremos tranquilos y sabremos que podemos manejarlo.
– Es una gran habilidad buscada entre los empleados y candidatos potenciales a un empleo. Puede significar también tener disponibilidad de movilidad geográfica o ser capaces de responder una pregunta puntual de nuestro jef@ en horario fuera de la oficina. Y matizo, “puntual”, personalmente siempre abogo por la conciliación laboral y personal.
– Aprender a valorar “cosas pequeñas”. En ocasiones existen cosas en nuestras vidas que pasan desapercibidas y que solo cuando viene un cambio nos damos cuenta de que estaban ahí. Por esto, es importante aprender a valorar cada cosa que tenemos y darle el valor que merece.
– Adaptarnos a nuevos roles que puedan surgir, bien en nuestro puesto de trabajo, en nuestra propia empresa o en nuestra vida diaria. Esto hace que el estrés se reduzca, pues sabremos y sentiremos que podemos adaptarnos a las nuevas circunstancias.
– Mejorar cada día. Tener esta habilidad y deseo es muy importante también para mejorar nuestra flexibilidad. Cada día hay cosas nuevas por hacer y aprender y qué mejor manera de flexibilizarnos que proponernos aprender cada día algo nuevo. ¿Te animas?.
– Aumentar la posibilidad de tener nuevas oportunidades. Si somos flexibles y nos atrevemos a cambiar, optaremos a nuevas y mayores opciones que nos abrirán puertas, tanto en lo personal como en lo profesional.
Cómo mejorar esta habilidad:
Al igual que cualquier habilidad o competencia, todo se puede mejorar y/o aprender. Para ello, te dejo algunas recomendaciones:
– Un cambio de actitud. Para realizar cualquier cambio en nuestras habilidades, es muy importante tomar conciencia de la necesidad de mejora. Para saber esto, puedes responder a las siguientes preguntas:
Una vez analizado brevemente tu grado de flexibilidad valora y hazte consciente del grado en el que puedes mejorar.
– Las nuevas tecnologías son una gran ayuda. Si teletrabajamos o si tenemos que ausentarnos de nuestro trabajo, con ella siempre podemos estar pendientes para dar respuesta.
– Otro punto con el que podemos ser más flexibles es promoviendo cambios. Solemos estar acostumbrados a que nos digan cómo tenemos que hacer las cosas y a veces no tenemos tiempo, o no lo encontramos, para proponer nuevas formas de hacer, nuevos planteamientos o estrategias. Pues bien, ahora es el momento, para que las cosas cambien, muchas veces, lo primero que tenemos que hacer es cambiar nosotros mismos, y una opción es proponer o plantear alternativas a cómo se están haciendo las cosas hasta el momento. ¡Pruébalo!
Para concluir, nada mejor que esta reflexiva y bonita frase:
“Las ramas rígidas se rompen, las flexibles permanecen”
Cristina González Manzano
Aquí tienes el post también contado en vídeo…¡disfrútalo!
Hay mucho por hacer, quizás por adaptarnos y cambiar…
Nos hemos puesto a pensar en cómo será esta nueva realidad que, además, viene para quedarse, aunque sea durante un tiempo. Dentro de los RRHH hay muchas cosas que se pueden hacer de forma virtual y aunque no estábamos demasiado acostumbrados y hablamos a nivel general, no nos queda otra que ponernos a trabajar bajo esta nueva condición. Ciertamente casi todas las empresas ya están en ello, pero nos gustaría dar un paso más, pensar en alguna de las tareas que RRHH lleva a cabo y ver cómo se pueden hacer, de forma diferente.
Leer másEl feedback o retroalimentación consiste en dar u ofrecer información sobre una acción, tarea o comportamiento que realizar una persona. Podemos decir que se trata de comunicar de forma verbal y/o no verbal a otra persona, detalles de su conducta y cómo ésta nos afecta. Incluye un componente perceptivo, lo que yo observo en la conducta del otro y un componente emocional, qué sentimientos provoca en mí lo que observo. Dar feedback es probablemente uno de los puntos más delicados, ya que, de cómo la otra persona lo perciba, dependerá en gran medida que tome decisiones de cambio. Y como la otra persona lo perciba depende de cómo nosotros lo planteemos.
– Trazar un plan: Reflexionar sobre el feedback que vas a dar y luego, proporcionarlo con ejemplos claros y habiendo pensado previamente en una solución. Ser flexible ante las necesidades del otro. Por ejemplo, antes de decir a la persona cómo lo está haciendo, debemos de tener ejemplos claros sobre el por qué le decimos eso. Si una persona es muy organizada y se lo decimos, es porque observamos que cada vez que coloca su mesa, se preocupa de no dejar ningún papel tirado o información sensible a la vista, etc.
– Ser específico: Saber concretamente que ha sucedido y usar ejemplos claros e inteligibles cuyo significado no haya que adivinar. Como hemos explicado antes, hay que dar ejemplos concretos.
– Centrarse en las conductas: centrarse en comportamientos específicos que puedan observarse y medirse. Siguiendo con el primer ejemplo que pusimos, si una persona es organizada lo podemos medir y observar.
– Tiempo y lugar: Es clave dar esta retroalimentación en un ambiente de confianza, tranquilidad y en un espacio donde nadie nos pueda molestar. Tenemos que buscarlo, quizás al final del día o en algún descanso.
– Retroalimentación equilibrada: Se refiere al equilibrio que debe existir entre las cosas positivas que le decimos a la persona y las cosas que tiene que cambiar o mejorar. Tenemos que decir tanto unas como otras.
– Técnicas efectivas: Ir al grano a la hora de abordar cuestiones, establecer contacto visual, centrarse en un único tema importante.
– Técnicas de escucha: Animar al otro a hablar y escuchar de verdad lo que el otro dice, es decir, principalmente: no interrumpirle, evitar juicios y críticas negativas, asentir cuando la persona está hablando, mirar a los ojos y mantener una postura abierta y receptiva.
Y para finalizar este post, una frase Og Mandino que nos hace reflexionar…:
Cristina González Manzano