No sé si te habrás fijado, pero cuánto más sonríes a lo largo del día, mayor es tu optimismo y positividad y por ende, atraes más “cosas buenas”. Muchas veces no sabemos cuánto nos puede ayudar una sonrisa en el día a día.
La energía existe, es algo que está entre nosotros y según seamos podemos atraer la positiva o negativa. Si somos optimistas, no nos rendiremos antes las adversidades y siempre propondremos soluciones frente a éstas, atrayendo así, energía positiva. De lo contrario, si nos obcecamos en ver lo malo de las cosas, entonces hablaremos de energía negativa.
Para que una empresa o persona tenga éxito, es necesario tener energía positiva, manejar las dificultades y poner soluciones evitando los obstáculos, lo que no quiere decir que no haya obstáculos, siempre los hay, pero nosotros somos los que decidimos dónde poner el foco, si en esos obstáculos o en la solución para superarlo. Te animo a que pruebes esto, cuando te encuentres con una dificultad, bien en tu empresa o en tu vida personal, no te centres en lo que ha pasado sino en la solución o aprendizaje positivo que te pueden llevar.
Puede que pienses que esto no es tan fácil, y es cierto, no obstante, es cuestión de ACTITUD. Es muy importante que tengas una ACTITUD POSITIVA y OPTIMISTA para que emerja lo “positivo” de algo, que en un principio, no lo parece.
Aquí te dejo unas pautas que seguro te ayudarán a encontrar el lado positivo de las cosas cuando te encuentres con una dificultad:
Obstáculos y dificultades, con ello tenemos que convivir. Por ello, FOCALIZA en lo POSITIVO, con una SONRISA y siempre PENSANDO QUE SÍ HAY SOLUCIÓN, por tanto, si hay solución, el obstáculo o dificultad no lo es tanto.
Dejo la siguiente frase para tu reflexión, ¡disfrútala!:
“La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende elegir el que más nos plazca.” Samuel Smiles
Cristina González Manzano
Seguro que en numerosas ocasiones has empleado en tus formaciones o sesiones técnicas de Design Thinking sin darte cuenta. Por ejemplo, el “Brainstorming”, las “Actividades de reactivación” o la “Matriz de motivaciones”. Estas son algunas técnicas que se pueden emplear, pero permíteme que te muestre algunas otras, que bajo mi punto de vista son más divertidas y diferentes y por qué no, más novedosas.
Para comentar, comentar brevemente lo que es Design Thinking y en qué consiste.
Es una nueva metodología para el desarrollo del proceso creativo y la creación de nuevos productos y servicios. Es utilizado en gran medida por áreas de comunicación, de creatividad o de marketing. Sin embargo, contiene una cantidad de técnicas aplicables en múltiples ámbitos y además ofrecen resultados extraordinarios.
A través de una serie de pasos se completa la solución a un problema del usuario.
Los pasos son:
Como puedes imaginar, estas fases son largas y llevan bastante tiempo, pero si se realizan todos los pasos aplicando algunas de las numerosas técnicas existentes, el éxito está asegurado.
Y hablando de esas técnicas, voy a comentar algunas de ellas que puedes emplear en formaciones y sesiones. Ponle imaginación y prueba a utilizarlas, comprobarás su gran versatilidad.
Podemos hacerlo con todo el grupo si no es demasiado grande o hacer grupos entre 4 y 8 personas.
Hay 3 personajes: El Soñador, el Realista y el Crítico.
Si hay 4 o 5 personas, que 2 o 3 sean Soñadores, una el Realista y otra el Crítico. Si ya hay más de 5, que se equilibren un poco los personajes, pero los que “sobren” por impares, a Soñadores.
Es importante no juzgar ninguna idea en un primer momento, ni Soñadores, ni Realistas, luego serán los Críticos los que analicen si es o no posible aportando sus motivos.
Todo comienza con un Brainstorming por parte de los Soñadores. Posteriormente, el/los Realistas, pasan a valorar cada idea pensando en el “Cómo se llevaría a cabo” y finalmente, el/los Críticos analizan cada idea que el Realista ha filtrado (de los Soñadores) viendo “qué puede fallar”.
Es posible que haya que repetir el ejercicio varias veces hasta que salgan ideas realmente buenas y que puedan ser de utilidad en el proceso. No obstante, es un ejercicio muy potente. ¡Compruébalo!
Esta técnica es muy divertida también, tiene un gran efecto y además, es muy fácil de utilizar. Se trata de conseguir fotos de personajes influyentes para los participantes para mostrárselas a la vez que les preguntamos, “si XXXX (Bruce Springsteen, Marge Simpson, Jordi Évole, etc) tuviera que dar una respuesta anteesto, ¿qué podría decir?”.
Con esto hacemos que la persona tome distancia del problema, piense en el personaje, que conoce muy bien, y cree nuevas alternativas.
Se trata de trabajar para generar ideas para la solución de un problema ya detectado.
Es una dinámica que se suele hacer en grupo, pero si estamos trabajando con una persona de forma individual, también la podemos emplear haciendo que pase por los diferentes sombreros, siendo nosotros el Azul, ahora comprenderás.
En grupos de 6 se puede hacer ejercicio de 2 formas (si el grupo es de 7, 8 o 9, que no supere los 10, es interesante equilibrarlo con los sombreros Verde, Amarillo y Negro):
De forma individual: se asigna un color de sombrero a cada persona.
De forma secuencial: todos se ponen todos los sombreros, se deja pensar unos momentos y se pone en común, y así hasta pasar por todos ellos
Una vez determinemos la forma en la que se va a jugar (aunque esto lo puede determinar el que tenga el sombrero azul también), comenzamos. Será siempre el que posea el Sombrero Azul el que comience. Una vez hable el Azul, intervendrá el Sombrero Blanco, con cual dará una visión objetiva de la situación y posteriormente irán hablando el resto de sombreros aleatoriamente.
Sombrero Azul: se comienza y termina por él. Es el facilitar y único autorizado para el cambio de sombrero. Explica qué se va a tratar (el problema ya detectado), controla los tiempos y el orden en la que intervienen las personas con el resto de sombreros.
Sombrero Blanco: la persona que lo lleve puesto tendrá que recopilar lo que las otras personas dicen y contarlo sin aportar nada personal. Exponiendo lo dicho de forma totalmente objetiva.
Sombrero Rojo: es el más irracional. Hablamos de corazonadas, intuición, etc. La duración de este sombrero será breve, pues no hay que dar explicaciones de por qué se siente “X” sino tan solo decirlo.
Sombrero Verde: el creativo. Hay que dejar que fluyan ideas y se creen posibilidades y nuevas propuestas. Se puede volver a este sombrero siempre que se quiera y se necesite.
Sombrero Negro: es el que hablará sobre lo que puede fallar de la idea propuesta. Los motivos por los que puede salir mal.
Sombrero Amarillo: es el opuesto al negro. Mira desde el optimismo y de forma constructiva.
Espero que este post te haya resultado interesante y ¡no dudes en escribirme para contarme qué resultados obtuviste!
Para terminar, dejo una frase de Picasso que me encanta: